La muerte de tu pareja es una de las peores experiencias de la vida. Si estás leyendo esto y has perdido a tu compañero/a de vida, lo primero, te acompaño en el sentimiento y mucha fuerza. Espero poder ayudarte, aunque sea un poco, con estas líneas.
No hay una pauta común de comportamiento ante esta situación. Cada persona es un mundo, cada uno pensamos, sentimos, nos comportamos de forma diferente dependiendo de nuestra personalidad, vivencias, situación actual... por lo que permítete expresar tu dolor de la forma que necesites sin importarte lo que piensen los demás. Este proceso es algo muy íntimo por el que tienes que pasar tu solo/a.
Estas son algunas de las sensaciones y reacciones experimentadas:
- El dolor que sientes es tan intenso que piensas que no lo vas a poder soportar.
- Puede no sientas nada, o que sientas menos dolor del que crees que deberías sentir. No te sientas mal por ello ni culpable, es muy común el bloqueo sentimental, es una defensa del cerebro para no "romperse"
- Puedes sentir ira. Estar enfadada con todos, incluso contigo mismo/a, encerrarte, querer estar solo/a, agresivo/a, irritable... incluso ver a otras parejas y sentir celos.
- Puedes sentirte culpable por no insistir mas en que dejase de fumar, hiciera ejercicio, comiese mejor... o enfadarte con él/ ella porque no te hizo caso.
- A lo mejor puedes experimentar alivio, sobre todo cuando la persona ha pasado por una enfermedad larga o estaba sufriendo. Finalmente ha acabado todo, ha dejado de sufrir.
Tener estos sentimientos es normal en tus circunstancias.
No eres un bicho raro, ni te vas a volver loco/a. Los sentimientos pueden ser muy intensos los primeros días, venir a tirones. Cuando te sacuden notas como si te fueras a partir en dos del dolor y de la pena. Llora, llora profunda y amargamente, no lo retengas, no te sientas más frágil o más blando por hacerlo. El llanto desahoga, ayuda a que ese nudo que tenemos en la garganta, en el pecho, en el estómago, vaya haciéndose más pequeño.
Continuamente te preguntarás por qué...
¿Por qué ahora? ¿Qué estabais tan bien... lo teníais todo... él/ella había empezado a cuidarse... jubilado... ¿por qué él/ella?, es injusto... Multitud de preguntas para las que no encontrarás respuesta por muchas vueltas que le des. Intenta pensar en otra cosa, no regodearte en ello. No hagas caso a tu cerebro que te intentar martillear. Dile: "Gracias cerebro pero no necesito más preocupaciones ni comeduras de cabeza, bastante tengo con lo que tengo"
Observarás que todos te evitan:
A veces incluso los médicos o enfermeras... tranquilo/a no eres un apestado/a. La muerte es algo que aterroriza al ser humano, nos pone muy nervioso y a pesar de convivir con ello, cuando nos toca de cerca nunca sabemos qué hacer, qué decir, como comportarnos... y como no se nos ocurre pues evitamos... Tampoco sabemos reaccionar ante una persona que sufre. Siempre nos han enseñado a celebrar los triunfos, alegrarnos.. pero cuando ocurren tragedias nadie nos ha preparado, somos emocionalmente incompetentes porque no nos gusta hablar de la muerte.
A veces, los que se te acerquen, pueden hacerlo con preguntas o comentarios que consideres estúpidas... Mejor así... así ha dejado de sufrir (que lo pienses tu vale, pero que ¿te lo diga alguien? eso si que no), la gente se compadecerá de ti... pobrecito/a... tan joven.. con los niños/as... o te pregunten ¿cómo estás? (pues como voy a estar? este es tonto? - pensarás...). En fin... no tengas en cuenta lo que dice o hace la gente en estos primeros momentos... ¡la muerte nos aterroriza! y no sabemos reaccionar.
Puede que notes diversas sensaciones o molestias físicas...
- Un nudo constante en la garganta que te molesta incluso al tragar, al hablar...
- Tensión muscular en el cuello o en la espalda... incluso en todo el cuerpo.
- Dolores y molestias en el pecho, como si algo te oprimiera todo el tiempo y no te lo pudieras quitar, nudo en el estómago, presión en la tripa...
- Falta de apetito. No tienes ganas de comer pero no puedes dejar de hacerlo, come aunque no te apetezca, oblígate aunque no "te entre" nada. Por el contrario a lo mejor te da por comer y comer con ansia.
- Presión en la cabeza. Como si tuvieras una venda alrededor muy apretada.
- Malas digestiones, dolor de tripa, estreñimiento, diarrea, vómitos...
... También molestias psíquicas
- Ansiedad, mucho nerviosismo todo el día
- Ataques de pánico
- Dificultades para dormir. Incapacidad de conciliar el sueño, sueño ligero, despertarse muchas veces...
- Ver a tu pareja, oírle, olerle, sentirle....
- Dificultad para concentrarte. Tu mente se dispersa constantemente.
- Tristeza
- Falta de memoria
- Irritabilidad, enfado... a menudo lo descargamos contra los familiares más cercanos, el médico, la cajera del super... contra Dios, incluso contra tu propia pareja fallecida.
- Culpa y reproches. Hacia ti mismo/a, tu pareja, otras personas que intentes culpar de la muerte.
- Sensación de que no le dijiste todo lo que le tenías que haber dicho, o que no le demostraste lo suficiente que le querías.
- Ganas espontáneas de llorar en cualquier lugar y momento, sin razón aparente.
- Cambios de humor repentinos.
- Culpabilidad si nos reímos con algo o nos sentimos bien en algún momento. "Yo riéndome y ___ muerto/a"
- Incomodidad al estar con otras personas o por el contrario imperiosa necesidad de estar acompañado/a todo el tiempo.
- Sensación de que te estás volviendo loco/a
- Miedo al futuro, al día a día, a las enfermedades...
- Pensamientos del tipo "¿y si hubiéramos hecho otra cosa?, ¿y si no hubiéramos ido?"... pensar en diferentes escenarios posibles donde tu pareja no acabase muerto/a. Pensamientos rumiativos que te acosan constantemente
- Deseos de desaparecer, huir.
- Hacer tu vida automáticamente, como si hubieras puesto el "piloto automático"
- Vacío sentimental, existencial, deseos de morir.
Estas pasando por una de las situaciones más dolorosas de la vida. Necesitarás tiempo... más o menos.. depende de ti, de tu situación, de tu personalidad, de las circunstancias de la muerte... por eso tu duelo es único e incomparable con el de los demás. Tienes que pasar por él sin compararte, cada uno está preparado para superar un duelo cuando cree que lo está.
Ten mucha paciencia contigo mismo/a, no te castigues. Trátate con cariño y cuídate.
Como siempre espero que te sirva este artículo y lo pongas en marcha. Si te ha gustado no te olvides de compartirlo para que ayude a otras personas. Te agradecería que me dejases un comentario con tus opiniones, sugerencias, consejos o preguntas. ¡Muchas gracias!
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