Ya sabemos qué son los cambios, qué nos impide cambiar, cuáles son todas las barreras que nos ponemos a nosotros mismos... ahora vamos a ver cual es el camino para seguir.
Lo primero ¡MIEDOS FUERA! los cambios son parte de nuestra vida, no los podemos evitar y podemos sacar muchas cosas buenas de ellos si los miramos de frente.
Vamos a hacer un ejercicio:
1. Escribe en una libreta ¿Qué quieres conseguir?, a veces estas metas pueden ser específicas como... terminar la colcha de patchwork que siempre dejo apartada... o más generales: ser más feliz...
2. Descompón las metas en pasos más específicos. La clave del éxito pasa por determinar los pasos que hay que seguir para alcanzar la meta. En el caso específico está claro porque normalmente tiene un solo paso (ponerme a coser). En el segundo caso habrá que definir qué necesitamos para ser feliz y hacer un plan de acción: ¿cambiar de trabajo?, ¿encontrar novio? ¿acabar con una relación que nos hace infelices? ¿adelgazar?.
3. Establecer el cómo y el cuando. Quieres adelgazar, muy bien, ahora queda definir cómo lo vas a hacer: gimnasio, salir a correr, hacer dieta... establecer un plan de acción. ¿Cuando vas a hacerlo? Muchos planes al final fracasan por no contestar a esta última pregunta. Sabemos QUÉ tenemos/ queremos hacer, CÓMO lo vamos a hacer pero ¡NUNCA LO HACEMOS!. Si realmente quieres cambiar establece unos tiempos y comprométete.
4. Busca ayuda: Muchas veces queremos hacer algo pero no sabemos cómo (por ejemplo... aprender a hacer encaje de bolillos). En este caso buscaremos ayuda: preguntar a alguien que sepa hacerlo, buscar una academia o algo que está muy de moda últimamente, buscar un vídeo en internet que te explique los pasos. Otras veces buscamos alguien en quién apoyarnos, una amiga/o para salir a correr juntas y que no sea tan duro, alguien a quién contarle las penas, alguien que nos acompañe de marcha... El ser humano es un ser social y necesitamos a los otros... también podemos usarlos (en el buen sentido de la palabra) para conseguir nuestras metas.
5. Adopta una actitud positiva: ten en cuenta que cuando tomamos la decisión de cambiar nosotros tenemos en la mente que van a pasar ciertas cosas y luego resulta que la realidad no tiene mucho que ver. Ok, tranquilo/a, la vida no es perfecta, se realista y tómalo con filosofía. Puede ser que te hayas propuesto ir al gimnasio 3 veces por semana y un día estás malo y no puedes ni moverte... no te martirices, los planes se pueden modificar, cambia ese día por otro o compensa el día que vayas de alguna forma... Puede que estés rompiendo con tu novio/a y en tu mente lo acepta sin mas y en realidad se pone a suplicarte... mantén la compostura todo lo que puedas, si lo tienes claro ¡debes hacerlo! (pero no adelanto acontecimientos, dentro de poco hablaremos de las relaciones amorosas)
6. Deja tu zona de Confort: sal de la comodidad que te proporciona la rutina. La rutina es un camino seguro, fácil que nos lleva siempre al mismo lado pero si ese lado no te gusta, como dice Einstein: no hagas siempre lo mismo.
¿Quieres cambiar y no sabes por donde empezar? ¿Tienes una historia de superación personal que quieras compartir? Deja tus comentarios abajo.
Como siempre espero que te sirva este artículo y lo pongas en marcha. Si te ha gustado no te olvides de compartirlo para que ayude a otras personas. Te agradecería que me dejases un comentario con tus opiniones, sugerencias, consejos o preguntas. ¡Muchas gracias!
Publicar un comentario